7 Viviendas para venta hasta 3.400.000 €, en Porrera, Tarragona

Espectacular masía del siglo XVII en la zona del Priorat, se encuentra en una zona rural rodeada de naturaleza y paisajes impresionantes. Se trata de una propiedad histórica y tradicional con una construcción de estilo rústico y típico de la región. La construcción tiene 1800m2 edificados con orientación principal a E y S.E, en una finca de 900.000m2 (90 hectáreas) de terreno. La casa principal consta de 11 habitaciones luminosas, con detalles arquitectónicos originales y buenos acabados, tiene 5 baños (Actualmente se está realizando un 6), dos cocinas, dos bodegas de 120 y 140 m2 (reconvertidos en salas), que anteriormente se utilizaban para producir vino, una antigua cuadra, además de otros espacios adicionales de 80 y 140 m2. Instalación eléctrica y de calefacción actualizada en gran parte de la casa. Calefacción de leña y pellets y aires acondicionados.Aún cuenta con muchas de las herramientas originales utilizadas en la producción de vino, lo que le da un toque histórico muy auténtico.La propiedad incluye también un taller, dónde hay 4 depósitos o cubas de 30.000 litros (Ahora mismo se utilizan como reserva de agua, pero antiguamente se utilizaban para la primera fermentación de la vid.El terreno de la propiedad (90 hectáreas) es perfecto para la plantación de viñedos y la producción de vino de alta calidad. La propiedad tiene diferentes orientaciones (solana y obac) que permitiría diferentes variedades y producciones.Antiguamente disponían de viñedos (actualmente aun conserva 5.000 metros cuadrados de viña con derechos). También hay zona con olivos y almendros y una gran área de precioso bosque (buena parte en terrazas) con varios caminos para su cuidado.La propiedad tiene una ubicación privilegiada en una zona vinícola reconocida por la calidad de sus vinos (Priorat), lo que la convierte en una excelente oportunidad para aquellos interesados en el negocio vitivinícola. Además, la propiedad cuenta con fácil acceso a carreteras principales y está a menos de 5 kilómetros del centro del pueblo y a 31 km. de Reus y de la playa, lo que hace que sea muy conveniente tanto para uso residencial como comercial.En resumen, se trata de una masía con mucho encanto y una historia rica, con un terreno amplio y perfecto para la producción de vino de alta calidad, y una ubicación inmejorable en una zona vinícola reconocida.El terreno tiene acceso a red eléctrica pública que directamente suministra electricidad a la masía pero también tiene instaladas 32 placas solares.Dispone de LICENCIA TURISTICA ya que actualmente se utiliza como alojamiento turístico. #ref:MASIA01

EN VENTA LA CASA QUE DIBUJÁBAMOS CUANDO ÉRAMOS NIÑOS. Atrás quedan esos años de infancia, de pureza emocional, de simplificar lo que queríamos y lo que no y con que poco éramos felices. Sonreíamos y disfrutábamos jugando al balón, saltando a la cuerda, haciendo cabañas fantásticas entre árboles y matorrales y cuando nos pedían que dibujásemos una casa, dibujábamos una casa de dos plantas, con una puerta muy grande, muy grande, con ventanas a todos los lados, con un tejado de dos aguas y una salida de humos de la chimenea en la parte superior de ella. A la casa se accedía mediante una caminito que sólo llegaba a esa casa , únicamente a ella. En medio del camino un puentecito para salvar aquel arroyo que pintábamos con un color azul intenso. Detrás de ella dibujábamos el perfil de unas montañas que protegían de los fuertes vientos a nuestra casa. Al lado de ella no podía faltar una hilera de árboles frutales, a mi me encantaba pintar con un rojo pasión las manzanas en uno de ellos que daban fruta todo el año. El suelo lo coloreábamos entre verde y marrón, siempre habían rosas y margaritas y una mesa que no podía faltar para que nos sirviesen la merienda, la mejor comida de todo el día!. No hay mejor bocado que la merienda cuando eres niño, ese momento de reposo en mitad del juego, ese vaso de agua fresquito recién salido del pozo que también solíamos dibujar. Esa es la casa que dibujábamos cuando éramos niños, pues la he encontrado. Una casa al final de un camino, justamente cruzando un arroyo, en el corazón de la región del Priorat, cuna de los mejores vinos cualificados de nuestra tierra, en su población más emblemática, Porrera. La Masía con fachada de piedra se halla en medio de casi dos hectáreas de terreno privado sin necesidad de vallas ni muros, la misma geografía del terreno la protege libre y fértil. No me permitan que por más tiempo les continúe explicando como es, habrán soñado con ella infinidad de veces, la habrán pintado en múltiples ocasiones, la casa con terreno que les he fotografiado para ustedes, para que sepan que existe, que la he encontrado. Existe esa casa que será su nuevo refugio, su nueva ilusión y si lo desean su nuevo hogar. No voy a ser yo quien les diga lo que harán o dejarán de hacer en ella, ustedes lo saben perfectamente y des de hace tiempo. Lo único que haré es acompañarles y mostrarles el camino hacia ella. Por último, una reflexión muy personal, creo que sólo hay dos tipos de personas que siempre dicen la verdad, los borrachos y los niños. Les acabo de presentar en exclusiva la venta de la casa que pintábamos cuando éramos niños. Concierten una visita, les atenderé con mucho gusto. Su inmobiliaria con mas de 25 años de experiencia. #ref:00456

CASA DE 5 HABITACIONES, 2 SALAS, 3 BAÑOS, REFORMADA, BODEGA, #ref:ARV-0034

EN VENTA LA CASA QUE DIBUJÁBAMOS CUANDO ÉRAMOS NIÑOS.Atrás quedan esos años de infancia, de pureza emocional, de simplificar lo que queríamos y lo que no y con que poco éramos felices. Sonreíamos y disfrutábamos jugando al balón, saltando a la cuerda, haciendo cabañas fantásticas entre árboles y matorrales y cuando nos pedían que dibujásemos una casa, dibujábamos una casa de dos plantas, con una puerta muy grande, muy grande, con ventanas a todos los lados, con un tejado de dos aguas y una salida de humos de la chimenea en la parte superior de ella. A la casa se accedía mediante una caminito que sólo llegaba a esa casa , únicamente a ella. En medio del camino un puentecito para salvar aquel arroyo que pintábamos con un color azul intenso. Detrás de ella dibujábamos el perfil de unas montañas que protegían de los fuertes vientos a nuestra casa. Al lado de ella no podía faltar una hilera de árboles frutales, a mi me encantaba pintar con un rojo pasión las manzanas en uno de ellos que daban fruta todo el año. El suelo lo coloreábamos entre verde y marrón, siempre habían rosas y margaritas y una mesa que no podía faltar para que nos sirviesen la merienda, la mejor comida de todo el día!. No hay mejor bocado que la merienda cuando eres niño, ese momento de reposo en mitad del juego, ese vaso de agua fresquito recién salido del pozo que también solíamos dibujar. Esa es la casa que dibujábamos cuando éramos niños, pues la he encontrado.Una casa al final de un camino, justamente cruzando un arroyo, en el corazón de la región del Priorat, cuna de los mejores vinos cualificados de nuestra tierra, en su población más emblemática, Porrera. La Masía con fachada de piedra se halla en medio de casi dos hectáreas de terreno privado sin necesidad de vallas ni muros, la misma geografía del terreno la protege libre y fértil. No me permitan que por más tiempo les continúe explicando como es, habrán soñado con ella infinidad de veces, la habrán pintado en múltiples ocasiones, la casa con terreno que les he fotografiado para ustedes, para que sepan que existe, que la he encontrado. Existe esa casa que será su nuevo refugio, su nueva ilusión y si lo desean su nuevo hogar. No voy a ser yo quien les diga lo que harán o dejarán de hacer en ella, ustedes lo saben perfectamente y des de hace tiempo. Lo único que haré es acompañarles y mostrarles el camino hacia ella.Por último, una reflexión muy personal, creo que sólo hay dos tipos de personas que siempre dicen la verdad, los borrachos y los niños. Les acabo de presentar en exclusiva la venta de la casa que pintábamos cuando éramos niños.Concierten una visita, les atenderé con mucho gusto. Su inmobiliaria con mas de 25 años de experiencia. #ref:00456

EN VENTA LA CASA QUE DIBUJÁBAMOS CUANDO ÉRAMOS NIÑOS. Atrás quedan esos años de infancia, de pureza emocional, de simplificar lo que queríamos y lo que no y con que poco éramos felices. Sonreíamos y disfrutábamos jugando al balón, saltando a la cuerda, haciendo cabañas fantásticas entre árboles y matorrales y cuando nos pedían que dibujásemos una casa, dibujábamos una casa de dos plantas, con una puerta muy grande, muy grande, con ventanas a todos los lados, con un tejado de dos aguas y una salida de humos de la chimenea en la parte superior de ella. A la casa se accedía mediante una caminito que sólo llegaba a esa casa , únicamente a ella. En medio del camino un puentecito para salvar aquel arroyo que pintábamos con un color azul intenso. Detrás de ella dibujábamos el perfil de unas montañas que protegían de los fuertes vientos a nuestra casa. Al lado de ella no podía faltar una hilera de árboles frutales, a mi me encantaba pintar con un rojo pasión las manzanas en uno de ellos que daban fruta todo el año. El suelo lo coloreábamos entre verde y marrón, siempre habían rosas y margaritas y una mesa que no podía faltar para que nos sirviesen la merienda, la mejor comida de todo el día!. No hay mejor bocado que la merienda cuando eres niño, ese momento de reposo en mitad del juego, ese vaso de agua fresquito recién salido del pozo que también solíamos dibujar. Esa es la casa que dibujábamos cuando éramos niños, pues la he encontrado. Una casa al final de un camino, justamente cruzando un arroyo, en el corazón de la región del Priorat, cuna de los mejores vinos cualificados de nuestra tierra, en su población más emblemática, Porrera. La Masía con fachada de piedra se halla en medio de casi dos hectáreas de terreno privado sin necesidad de vallas ni muros, la misma geografía del terreno la protege libre y fértil. No me permitan que por más tiempo les continúe explicando como es, habrán soñado con ella infinidad de veces, la habrán pintado en múltiples ocasiones, la casa con terreno que les he fotografiado para ustedes, para que sepan que existe, que la he encontrado. Existe esa casa que será su nuevo refugio, su nueva ilusión y si lo desean su nuevo hogar. No voy a ser yo quien les diga lo que harán o dejarán de hacer en ella, ustedes lo saben perfectamente y des de hace tiempo. Lo único que haré es acompañarles y mostrarles el camino hacia ella. Por último, una reflexión muy personal, creo que sólo hay dos tipos de personas que siempre dicen la verdad, los borrachos y los niños. Les acabo de presentar en exclusiva la venta de la casa que pintábamos cuando éramos niños. Concierten una visita, les atenderé con mucho gusto. Su inmobiliaria con mas de 25 años de experiencia. #ref:00456

EN VENTA LA CASA QUE DIBUJÁBAMOS CUANDO ÉRAMOS NIÑOS. Atrás quedan esos años de infancia, de pureza emocional, de simplificar lo que queríamos y lo que no y con que poco éramos felices. Sonreíamos y disfrutábamos jugando al balón, saltando a la cuerda, haciendo cabañas fantásticas entre árboles y matorrales y cuando nos pedían que dibujásemos una casa, dibujábamos una casa de dos plantas, con una puerta muy grande, muy grande, con ventanas a todos los lados, con un tejado de dos aguas y una salida de humos de la chimenea en la parte superior de ella. A la casa se accedía mediante una caminito que sólo llegaba a esa casa , únicamente a ella. En medio del camino un puentecito para salvar aquel arroyo que pintábamos con un color azul intenso. Detrás de ella dibujábamos el perfil de unas montañas que protegían de los fuertes vientos a nuestra casa. Al lado de ella no podía faltar una hilera de árboles frutales, a mi me encantaba pintar con un rojo pasión las manzanas en uno de ellos que daban fruta todo el año. El suelo lo coloreábamos entre verde y marrón, siempre habían rosas y margaritas y una mesa que no podía faltar para que nos sirviesen la merienda, la mejor comida de todo el día!. No hay mejor bocado que la merienda cuando eres niño, ese momento de reposo en mitad del juego, ese vaso de agua fresquito recién salido del pozo que también solíamos dibujar. Esa es la casa que dibujábamos cuando éramos niños, pues la he encontrado. Una casa al final de un camino, justamente cruzando un arroyo, en el corazón de la región del Priorat, cuna de los mejores vinos cualificados de nuestra tierra, en su población más emblemática, Porrera. La Masía con fachada de piedra se halla en medio de casi dos hectáreas de terreno privado sin necesidad de vallas ni muros, la misma geografía del terreno la protege libre y fértil. No me permitan que por más tiempo les continúe explicando como es, habrán soñado con ella infinidad de veces, la habrán pintado en múltiples ocasiones, la casa con terreno que les he fotografiado para ustedes, para que sepan que existe, que la he encontrado. Existe esa casa que será su nuevo refugio, su nueva ilusión y si lo desean su nuevo hogar. No voy a ser yo quien les diga lo que harán o dejarán de hacer en ella, ustedes lo saben perfectamente y des de hace tiempo. Lo único que haré es acompañarles y mostrarles el camino hacia ella. Por último, una reflexión muy personal, creo que sólo hay dos tipos de personas que siempre dicen la verdad, los borrachos y los niños. Les acabo de presentar en exclusiva la venta de la casa que pintábamos cuando éramos niños. Concierten una visita, les atenderé con mucho gusto. Su inmobiliaria con mas de 25 años de experiencia. #ref:SA2091-00456/7197

Casa señorial del Siglo XVII, con escudo del año 1624, ubicada en el centro del pueblo de Porrera. La casa consta de 4 plantas divididas en diferentes estancias, terraza de 100m con unas vistas espectaculares al macizo y el pueblo y sótano. Actualmente se han realizado algunas obras para poder dividir la vivienda en varios apartamentos, no obstante habría la posibilidad de convertirla en hotel, casa de agroturismo, apathotel o simplemente en casa familiar con grandes espacios. Al este del Priorat, a pocos kilómetros del Coll de la Teixeta, encontramos Porrera. Se extiende a lo largo del valle del río Cortiella, desde el Molló, en el límite con el Baix Camp y dónde nace el barranco de la Garrancha, afluente del Cortiella, hasta la confluencia de éste río con el Siurana. El pueblo está situado a la derecha del río Cortiella. Éste municipio tiene numerosos puntos de interés. La ermita de San Antonio Abad, construda en el siglo XVII, está situada en la cima de una colina y tiene una sola nave con espadaña. También hay que visitar la iglesia de San Juan Evangelista del s. XVIII. Porrera cuenta con un gran número de relojes de sol esparcidos por todo el núcleo urbano y por su término municipal. Los más significativos son el reloj vertical inclinado, el Reloj de Tarde, en la plaza de la Guineu y el cuadrante vertical inclinado, de grandes dimensiones, situado en la calle Pau Casals. También se puede visitar la Casa-museo Ca lAmorós, una casa acomodada del pueblo de Porrera de hace más de 200 años. Desde la bodega a la buhardilla, encontraréis utensilios del campo, vestidos y ropa de la casa de época, mobiliario y muchas otras cosas curiosas. #ref:240